domingo, 6 de enero de 2019

Echando la vista atrás

Hoy es un día de echar la vista atrás, de ver todo lo bueno que ha tenido este año 2018, pero también lo malo.

No creo mucho en la numerología o en los horóscopos, pero lo cierto es que este año acabado en 8 (número de la buena suerte en China) y también año del perro (mi año) ha resultado ser un año muy bueno.

Este año es el primer año que he hecho mis pinitos como investigadora. He podido dar dos comunicaciones en dos jornadas, y esa experiencia me ha hecho confirmar que es algo a lo que me quiero dedicar. También este año me ha dado la oportunidad de publicar mi primer artículo, y eso me parece un paso enorme. 
Este año he tenido mi primer trabajo. Sin contrato, solo dando clases particulares, pero tener esa pequeña ayuda mensual y verme en un entorno de enseñanza fue también muy gratificante y constructivo. Me dio una idea general de en lo que consistiría dar clases de chino, y me di cuenta de que valía para ello.
Este año he empezado a moverme más que nunca y a meterme en todos los meollos posibles. Eso me ha traído estrés y varios momentos amargos, pero también muchas alegrías. Una de ellas es poder estar ahora colaborando con el Centro de Estudios Chinos de Granada, escribiendo artículos sobre temas que me apasionan. 
Este año he conocido a gente maravillosa, amigos que sé que voy a mantener para toda la vida y con los que he conectado de forma muy especial. También he recuperado antiguas amistades, y eso me ha alegrado enormemente.
Hace un par de años, me empeciné en que quería estar en China en mi año, en el año del perro. No pude estar en el año nuevo, pero sí que he acabado viniendo a China, y ese mismo año. Reitero que no creo en horóscopos, pero el año del perro me ha traído buena suerte.
Sin embargo, este año también ha sido un año triste. Se fue mi abuelita, un pilar fundamental del que me acuerdo cada día. Fueron momentos muy duros, pero debo agradecer el haber podido verla por última vez y haber podido asistir a su entierro por el retraso de la burocracia para venirme a China. 
En definitiva, me alegro mucho de todo lo que me ha llevado hasta donde estoy ahora y sé que, gracias a que tengo claro donde quiero estar, puedo progresar y seguir formándome como persona. De este 2019 espero también grandes cosas, estoy ansiosa por ver todos los proyectos eclosionar.